Yo viví la era de Sammy Sosa y lo que significó para el béisbol y los Cubs de Chicago.
Desde Presidentes hasta figuras del nivel de Michael Jordan íban al play a ver a Sammy Sosa.
Ni hablar de su paseo por el Mundo, siendo ranqueado como una tremenda celebridad, que para poner un ejemplo, a uno de sus cumpleaños llevó al expresidente de Estados Unidos Donald Trump.
Si nos vamos a lo que hizo en el terreno de juego, eso fue épico.
Tres temporadas de 60 jonrones, único en la historia, más una carrera de más de 600 jonrones.
Los fanáticos de Chicago deliraban por Sammy, lloraron de emoción durante la «Batalla de Jonrones».
Entonces, pregunto: ¿No aparecerá alguien que intervenga para restablecer esas relaciones y que a Sammy se le eleve como lo merece?
Invito a peloteros de alto nivel como Alex Rodríguez, David Ortiz y Pedro Martínez, que ahora son comentaristas influyentes en cadenas americanas para crear una campaña de paz entre Sammy y los Cubs.
Pero no de palabras, vamos con hechos.
El propio Aramis Ramírez, quien será exaltado al Salón de la Fama de los Cubs, también debería pedir ese acercamiento.
¿Quién da el primer paso?
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