La incuestionable calidad exhibida por los peloteros dominicanos en las Grandes Ligas desde el histórico debut de Osvaldo Virgil, el 23 de septiembre de 1956, es el mejor termómetro para aquilatar en su justa dimensión el deseo colectivo de los dominicanos para tener un estadio de béisbol que cumpla con los estándares propios que exige las Grandes Ligas.
Es por esto que el miembro del Salón de la Fama de Cooperstown, Pedro Martínez, encaminará gestiones con el presidente Luis Abinader tendentes a que dicha solicitud sea materializada.
“Le voy a decir a Luis Abinader y a nuestro gobierno, que es mucho pedir, que no lo hemos hecho en otras ocasiones, pero ahora tenemos la oportunidad, con un presidente abierto a escuchar, que necesitamos un estadio que tenga las condiciones para que nuestros peloteros, el oro que produce este país pueda venir a este país, sin ningún tipo de riesgos”, expresó Martínez al ser cuestionado sobre el impacto que provoca el montaje de eventos como el que se está celebrando en este fin de semana en el país.
Pondera importancia de serie en la República Dominicana
A juicio de Pedro Martínez, el montaje de la serie entre los Medias Rojas de Boston y los Rayos de Tampa Bay es una muestra más que fehaciente de la importancia que revisten los peloteros dominicanos para las Grandes Ligas.
«No hay dudas de que esta serie nos pone en un nivel de importancia con relación a eventuales montajes de otras series en nuestro país. Los dominicanos estamos demostrando que tenemos la capacidad y calidad necesarias para organizar eventos de este tipo. Eso, unido a la calidad de nuestros peloteros, nos da un plus importante ante la MLB», manifestó.
Martínez tuvo a su cargo, junto a David Ortiz, realizar el lanzamiento honorífico del primer partido de la serie.
