Manny Machado y José Ramírez son dos grandes jugadores dominicanos en Grandes Ligas, y se puede pronosticar que ambos podrían llegar al Salón de la Fama de Cooperstown.
Sus números son formidables.
Machado, de 33 años, exhibe grandes logros: 7 All‑Star, 2 Guantes de Oro, 2 Bates de Plata, 2 000 hits, 359 jonrones y una defensa impresionante en la tercera base.
Ramírez, de 32 años, también lleva una brillante carrera: 6 All‑Star y 5 Bates de Plata, además de 273 jonrones y 272 bases robadas; poder y velocidad.
Hasta ahí todo va bien.
Sin embargo, mirando hacia la estructuración del equipo nacional para el Clásico Mundial de Béisbol, se ha generado el debate sobre quién debe ser el tercera base.
Entre fanáticos y periodistas, se acepta que se genere un debate porque eso le da más interés al evento.
Ahora bien, ningún pelotero puede pensar que el Clásico es un escenario para medir fuerzas personales.
Cuando se le preguntó a José Ramírez, el hombre inquirió sobre quién estaba mejor ranqueado en MLB y dejó entrever que él debería ser el tercera base.
Sin embargo, cuando se le preguntó a Machado, contestó con humildad y amor a su país: que jugará donde y como decida el dirigente y el equipo.
Eso se interpreta como una lección de humildad de Machado hacia Ramírez.
No es que José sea una mala persona o arrogante por su cotización; simplemente, lo que se les pide a los jugadores es pensar primero en su país, porque eso es el Clásico Mundial, un escenario para poner en alto el nombre de su patria.
Que esta lección sea asumida por todos los jugadores.
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