Tras el más reciente draft de novatos de la Lidom, los Tigres del Licey abrieron oficialmente sus campos de entrenamientos este lunes, y lo que se respiró desde el primer día fue puro entusiasmo azul. La convocatoria superó las expectativas: una gran cantidad de jugadores se presentó temprano, marcando el inicio de una pretemporada que promete mucho.
Por costumbre, los primeros en llegar suelen ser lanzadores y receptores, con algún novato ansioso por mostrarse y quizás uno que otro veterano en busca de afinar detalles. Sin embargo, en esta ocasión el panorama fue distinto: desde el arranque se vio a lanzadores de peso, veteranos consolidados, jóvenes con experiencia y hasta selecciones frescas del último sorteo. Como si fuera poco, también hubo presencia de importados desde el primer día, lo que envía un mensaje claro: el Licey viene a conquistar su corona número 25.
El gerente general, Audo Vicente, junto a su equipo de Operaciones de Béisbol, sigue demostrando que el trabajo en conjunto comienza antes del playball. Poner en el terreno el mejor material disponible desde la primera jornada esa debe ser la labor, y los Tigres lo están haciendo. El dirigente Gilbert Gómez, recién coronado campeón con los Mets de Nueva York en ligas menores, se ha puesto manos a la obra desde temprano, evaluando piezas y para construir un roster competitivo.
La directiva azul, con su hambre intacta, manda un mensaje alto y claro: en este Licey no hay tiempo que perder. La fanaticada puede estar segura de que desde el día uno se trabaja para lo que todos esperan: triunfos y gloria para el equipo más ganador del Caribe.