Mel Rojas Jr. fue el héroe ofensivo por los Tigres del Licey en la batalla titánica contra las Águilas Cibaeñas escenificada el pasado martes en el Estadio Quisqueya Juan Marichal, partido considerado por muchos como el mejor juego de la temporada.
“Para nadie es un secreto que últimamente no había estado produciendo sobre todo con hombres en posición anotadora, la semana pasada fue muy difícil por muchas razones. Pero ayer me dije que me voy a poner para lo mío, tengo que terminar fuerte con tal de dejar al equipo en el mejor lugar posible”, expresó.
Rojas Jr. había conectado solo un hit en sus últimos 27 turnos oficiales, pero reaccionó en uno de los partidos más importantes de la temporada. Fue el responsable de darle la ventaja en el marcador al conjunto azul dos veces, primero con un cuadrangular de tres carreras en el octavo episodio y eventualmente con un elevado de sacrificio que trajo la carrera de la victoria para así dejar en el terreno a conjunto amarillo.
“El jonrón fue más importante. Necesitábamos un batazo así de excitante. Mi mentalidad era simplemente traer la carrera de tercera, pero Dios me bendijo con un jonrón. Ya en el último turno me sentía demasiado confiado de que lo iba a acabar, me lo tome personal que le hayan dado las cuatro malas a Bonifacio para enfrentarme, aunque entiendo la estrategia de Tony Peña, pero esa es la mentalidad que hay que tener de tomárselo personal”, destacó.
El jardinero de los azules explicó la clave para ser exitoso en momentos de presión. Además, confesó que el escenario de su último turno lo hizo recordar el hit ganador para darle el campeonato ante los Tigres del Licey contra Ronel Blanco y las Estrellas Orientales.
“Esos son los turnos que me gustan quizás por eso soy exitoso en el clutch y es porque me enfoco mucho en el proceso, en buscar mi picheo no necesariamente en buscar un resultado específico, trato de hacer un buen swing y luego de ahí que sea lo que Dios quiera”, manifestó.
“En medio del turno recordé aquel momento, Dios me bendice con la capacidad de cuando llegan esos momentos importantes poder poner el juego en cámara lenta, yo sé que suena loco, pero es la realidad. Cuando llegó el turno, pensé en el momento con Ronel Blanco y salió todo positivo. Ganamos el juego”, concluyó.
El poderoso bateador azul se ha embasado en 35 de los 41 partidos de los Tigres. Es cuarto en OBP (.410) y tercero en OPS (.869). Además, lidera la liga en bases por bolas con 36.
Ahora ha conectado 11 jonrones desde que se reintegró a los Tigres del Licey el 14 de noviembre del 2022 en la temporada pasada, lidera la liga en jonrones desde esa fecha, contando la postemporada.