Si de algo puede estar confiado el dirigente Bob Melvin, de los Gigantes de San Francisco, es de tener un lanzador confiable para cerrar en los innings finales.
Ese señor es el derecho dominicano Camilo Doval, quien sin dudas algunas se ha convertido en uno de los mejores del negocio en la Liga Nacional.
Anoche se encargó de preservar la victoria de los Gigantes 4-2 sobre los Bravos de Atlanta al tirar el noveno en blanco de un hit y dos ponches para acreditarse su salvamento 16 de la temporada.
Durante su labor monticular cerrador ha tirado 33 entradas de 30 hits permitidos, 18 carreras, 16 limpias, con 22 boletos y 44 ponches propinados para efectividad de 4.28 y la oposición le batea para .214.
Doval, quien firmó con los Gigantes por unos 100,000 dólares, una ganga, ha sido un serpentinero consistente desde que asumió a su rol actual de cerrador.
El nativo de Yamasá, un municipio de Monte Plata, viene de salvar el año pasado 39 partidos, en donde en 67.2 entradas abanicó a 87 bateadores con una efectividad de 2.93 y la posición le bateó para .209.
No hay duda que los Gigantes tienen un cerrador de confianza, con una bola rápida explosiva capaz de hacer abanicar a cualquier contrario.