Vestido de gloria y tradición y con el objetivo de saciar la sed de Lidom de la diáspora dominicana, el capitán de los bicampeones nacionales Emilio Bonifacio se uniformó con los azules en la Serie de Titanes en la cual describió como “un honor y privilegio” participar.
“Es un orgullo estar pisando un estadio de Grandes Ligas con el uniforme de los Tigres del Licey. Además, hay mucha fanaticada que no tiene la oportunidad de vernos jugar constantemente en vivo como lo hicieron el año pasado. Espero que esta no sea la última” expresó.
A pesar de tratarse de un partido de exhibición, el más veterano jugador del conjunto azul señaló que el enfoque es ganar como si se tratara de un partido de serie regular.
“Venimos a ganar que es lo primordial. Ciertamente se ven mejor equipo que antes (Águilas Cibaeñas) porque la gente siempre toma como parámetro el resultado. Puedes tener el mismo equipo y si ganas todo está bien. Sin embargo, yo siempre voy a mi equipo aunque vaya en contra de los Yankees”, agregó.
Bonifacio resaltó las razones por la cual decidió no participar en el primer evento de la Serie de Titanes el año pasado y destacó que fue la mejor decisión en ese momento.
“Fue la mejor decisión en ese momento sin faltarle a los fanáticos por una situación personal física con la que lidiaba en ese momento. No le convenía el frío a la situación de mis piernas en ese momento y eran tres juegos, todos de exhibición. Decidí quedarme trabajando y obtuve buenos resultados”, señaló.
Bonifacio habló de la posibilidad de ser dirigente tras retirarse como jugador profesional y ratificó su compromiso y exclusividad con los Tigres del Licey al ser cuestionado sobre si vestiría otro uniforme si otro equipo y no el Licey le da la oportunidad de llevar a cabo otra función.
“Ahora mismo estoy jugando y estoy concentrado en ello. Cada cosa que hago le dedicó el cien por ciento. Si algún día llega la oportunidad, debo sentirme 100 por ciento seguro para aceptarlo. No me limito a pensar que por haber sido jugador puedo ser manager, no es tan sencillo. No es sólo saber del juego sino analizar como hablarles a los peloteros en una mala racha o en un buen momento para no confiarse”, señaló.
“Si no he estado dispuesto a ponerme un uniforme de otro equipo como jugador, menos lo haría como dirigente o en algún otro rol”, concluyó.